viernes, 12 de junio de 2009

Impresiones lúdicas

Hace tiempo que no tengo el tiempo de dedicar tiempo a escribir reseñas porque el tiempo apremia. Así que, emulando a otros compañeros de bitácora, me voy a saltar la parte de descripción de la reseña para pasar directamente a las impresiones lúdicas de algunos juegos a los que he jugado últimamente. A fin de cuentas, qué mejor forma de saber cómo es un juego que leer su reglamento, y qué peor forma de hacer una reseña que explicando de nuevo el reglamento.

Keltis: Der Weg der Steine (2009)

La versión de viaje de la versión de tablero (Keltis) del juego de cartas para dos jugadores (Lost Cities).

Como juego de viaje es mucho más pequeño que su hermano mayor. También es mucho más rápido, mucho más sencillo y mucho más directo. El azar tiene bastante importancia y puede hacer perder la partida si se juega confiando en que beneficiará, pero, desde luego, no se ganará si no se juega procurando mantener un mínimo de control. Tiene un componente de forzar la suerte que me gusta, en el sentido de que a veces hay que decidir entre esperar a ver si aparece un ficha mejor o coger la que ya está a la vista pero da menos puntos.

Lo compré en Alemania esta Semana Santa, por más o menos unos 6€ (no recuerdo el precio exacto), y después de jugarlo me ha parecido una muy buena compra por su relación calidad-precio.

He jugado a dos y a cuatro jugadores. Con dos jugadores hay, como es lógico, bastante más control. Pero con cuatro jugadores también funciona bien.

En conclusión, recomendable como lo que es: un juego de viaje, barato y con mucho azar, pero sencillo, rápido y dinámico.


Dixit (2008)

Dixit no es poesía. No se trata de decir algo bonito sobre la carta... al menos si quieres ganar. Es el juego del chiste y la referencia privada. Si consigues decir algo sobre la carta que seguro que otro jugador pueda entender, pero sólo él, es como ganas más puntos. Si consigues hacer esto durante toda la partida, cambiando lo más posible de jugador, entonces quizá no ganes, pero sí conseguirás muchos puntos.

Es un juego muy dependiente del grupo de juego. Sólo he jugado una vez, y con amigos. Creo que no me gustaría jugarlo con gente desconocida o que no compartieran el mismo conjunto de referencias.

Tiene, sin embargo, y en mi opinión, dos problemas: la partida se me hizo un poco larga, y el tablero de puntuación integrado en la caja es como un mesa baja de salón llena de adornos: bonito, pero muy poco práctico.




Enkidu - El viajero del tiempo (2008)

Creo que no soy daltónico, pero me pasé toda la partida preguntando: ¿esto es azul o es violeta? Dejando aparte este pequeño defecto de edición, que realmente más que un obstáculo durante la partida fue motivo de cachondeo generalizado, el juego me gustó.

Me dio la impresión de que no tenía el control sobre lo que hacía yo y lo que hacían mis rivales, pero al mismo tiempo sí que me dio la impresión de que lo tenía. Una sensación extraña de "sí, pero no". Similar a la que me produce jugar a Mission: Red Planet.

Y teniendo en cuenta el lema "Un juego sobre la incertidumbre, el cambio y la cooperación" creo que Oriol Comas ha conseguido precisamente su objetivo.




GiftTRAP (2006)


Se trata de un "party game" con dos terribles defectos: la partida se puede hacer inacabable (que es diferente de hacerse larga) y el formato de la caja, imitando un regalo tradicional, hace que no sea fácil encajarlo en los estantes con el resto de juegos de la colección, y que el tablero se componga de nueve paneles y sea un poco raro de plegar y guardar.

Obviando esto, se trata de un juego muy divertido pero que, como Dixit, depende muchísimo del grupo de juego. Para poder hacer los regalos con un poco de idea hay que conocer a los jugadores mínimamente. Jugar con alguien desconocido no tiene mucho sentido.

El sistema de puntuación es original e interesante, aunque un poco difícil de controlar si no se pone un poco de orden en el momento de mover las fichas de puntuación.

Me ha gustado las dos veces que lo he jugado, me he reído muchísimo. Sin embargo, en ambas ocasiones el fin de partida esquivo, esa sensación de que parece que se va acabar, pero no, me lo ha estropeado un poco.


Adios Amigos (2009)

Un juego que entre sus componentes incluye balas y cartuchos de dinamita ha de ser bueno. Es una afirmación al nivel de que todas las películas mejoran con ninjas y zombis... pero en este caso es cierto.

Adios Amigos es un juego que se juega en tiempo real, y funciona y tiene sentido. Cosa que muchos otros juegos de este tipo no pueden decir.

Es rápido, es dinámico, es divertido, tiene la duración justa, el reglamento es sencillo y se explica rápidamente. Y es la excusa perfecta para poner acento mexicano y hacer el tonto mientras juegas.

Con tanto eurogame sesudo de gestión, en los que se mueven abstracciones cúbicas de la realidad de un lugar para otro, a veces es fácil olvidar que una de las características de esa actividad llamada jugar ha de ser divertirse.

Cuando lo jugamos en la Feria Jugar x Jugar de Granollers a Josep M. Allué le gustó mucho. ¿Lo has podido conseguir ya, Josep?




A Touch of Evil, The Supernatural Game (2008)

Si te gustaría jugar a Arkham Horror, pero te parece demasiado largo o demasiado complicado, o ambas cosas a la vez, y no te importa cambiar Los Mitos de Cthulhu por una ambientación diferente, entonces éste puede ser tu juego.

Este juego está clarísimamente inspirado en Arkham Horror, pero es bastante más sencillo, la partida dura menos y no hace falta una mesa de tamaño familia numerosa para poderlo jugar cómodamente.

Permite jugar en modo colaborativo o cooperativo, y cuenta con algunas expansiones publicadas y anunciadas.

Me gustó. Sólo decir que desde mi primera y única partida está en mi lista de deseos.






Villa Paletti (2001)

El juego que ganó el Spiel des Jahres en Alemania
el mismo año en que Puerto Rico también estaba nominado.

Su originalidad reside en que se trata de un juego de habilidad (consiste en apilar columnas y plataformas de forma sucesiva) con un sistema de puntuación que obliga a pensar dónde y cómo se pone cada pieza. No es suficiente simplemente con tener la destreza de ponerla.

Su defecto es el mismo que comparten muchos otros juegos de destreza: un jugador empeñado en hacer un movimiento imposible antes de que sea realmente necesario acabará estropeando la partida en muchas ocasiones al derribar toda la construcción antes de que haya podido crecer lo suficiente.

Junto con Bausack, es de mis juegos de destreza y habilidad favoritos, y creo que, precisamente por su sistema de puntuación, es mejor que éste.




Bacchus's Banquet (2008)

Este juego me da la impresión que ha pasado bastante desapercibido. Creo que ha contribuido bastante a ello su extraño tema (¿un juego sobre un banquete romano?) y la política de su editor de no hacer público el reglamento.

Al leer el reglamento se tiene la sensación de que el juego no va a funcionar, porque lo que se explica no parece que tenga mucho sentido. Sin embargo, funciona y bastante bien.

Tiene personajes con diferentes objetivos secretos, y mucho faroleo. La disposición de las cartas en la mesa es curiosa. Y, por supuesto, como en todo banquete romano que se precie no falta el vomitorun, aunque se ha incluido el juego de forma muy sutil: una carta con la ilustración de una pluma que permite rebajar la cantidad de comida ingerida.

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